CEDIE y sociedad: Espacio de Divulgación Científica a la Sociedad

La verdadera cruzada del Dr. Zoidberg para domar un espermatozoide de Fry

Por Gustavo Rindone


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En el episodio denominado “Parásitos perdidos” de Futurama (serie animada del mismo creador de los Simpsons), uno de los personajes principales – Fry – sufre una infección parasitaria producto de la ingesta de un sándwich de dudosa procedencia. Con el objetivo de combatir la infección, varios personajes se aventuran al interior del organismo de Fry utilizando réplicas robóticas de ellos mismos de tamaño microscópico. Entre los momentos más icónicos de la travesía ocurre que, luego de separarse del grupo que transitaba el tracto digestivo, el Dr. Zoidberg reaparece cabalgando un espermatozoide mientras exclama: “Nunca adivinarán donde estuve”. Sin embargo, aún en los términos disparatados en los que se maneja la serie, se trata de un detalle impreciso ya que no pudo haber sido tan sencillo como el Dr. Zoidberg lo hizo ver.  En el testículo, los espermatozoides se encuentran secuestrados detrás de una de las barreras más fuertes de todo el organismo: la barrera hemato-testicular. Esta barrera está formada por una amplia variedad de proteínas que “sellan” los sitios de contacto entre células de Sertoli. Esta célula es un pilar fundamental en el proceso de generación de espermatozoides ya que provee sustento nutricional y estructural a las gametas (células sexuales) en desarrollo1. De esta manera, las células de Sertoli se aproximan unas a otras de tal manera que minimizan el espacio entre ellas para que no puedan fugarse los espermatozoides, generando un vallado celular. Pero ¿por qué existe un sistema tan férreo para controlar a los espermatozoides? ¿cómo llegan los espermatozoides al otro lado de esta barrera celular?

Para responder a esas preguntas se debe mencionar que el espermatozoide es el estadío más maduro de la gameta masculina. Es tan diferente del resto de las células del organismo que podría ser reconocido por el sistema inmune, atacado y eliminado. Por ello, las células de Sertoli los aíslan y protegen. Sin embargo, no todas las etapas previas al espermatozoide son reconocidas por el sistema inmune como ajenas, por ello no requieren aislamiento, hallándose próximas a las células de Sertoli pero por fuera de este cerco generado por la barrera hemato-testicular. Al madurar, ya que se vuelve imperativo protegerlos, la barrera sufre un proceso de desensamblado y ensamblado para dejar pasar a las células que se convertirán en espermatozoides. Dicha apertura y cierre ocurre coordinadamente para impedir que las células inicialmente aisladas puedan fugarse. Apenas se empiezan a separar las unidades de proteínas que integran este sistema de cremallera y que permiten que pase una nueva célula a la zona de contención, un nuevo sistema de cierre se forma detrás de esa célula pasajera. Este proceso ocurre continuamente para permitir que maduren nuevos espermatozoides.

Por estas razones, y recurriendo a la imaginación, Zoidberg debería haberse hallado frente a instalaciones de acceso restringido, superar varios niveles de máxima seguridad y enfrentarse a las células de Sertoli devenidas centinelas de los espermatozoides. Esas hubiesen sido referencias suficientes para representar aspectos relevantes de la biología gonadal. Si bien se puede pensar que se podría pasar completamente por alto, esta clase de series animadas quedan en el ideario popular y por lo tanto es innegable su contribución a la propagación de conocimiento general. Ese tipo de detalles sirve para despertar la curiosidad del público. Así, queda armada una invitación para continuar ampliando nuestra cultura general ya que vale la pena destacar que el conocimiento de la existencia de esta barrera data de principios del siglo XX y su estructura fue observada mediante microscopía electrónica en la década del 70. Ahora que ya conocen un poco más, esperamos desde aquí que los futuros animadores y, lógicamente, los exigentes espectadores cumplan con el juramento implícito del saber: el de hacer honor a la barrera hemato-testicular. Y si así no lo hicieren, que Chen y Mruk2 os lo demanden.

 

 

Autor: Gustavo RINDONE

Grupo: Biología Celular Gonadal

 

1-Para conocer más acerca de esta célula, el lector puede dirigirse al artículo de la Dra. M. Noel Galardo.

2- Los doctores C. Yan Cheng y Dolores Mruk son dos de los autores contemporáneos más prolíficos dedicados al estudio de la barrera hemato-testicular.

 

Editores: Susana NowickiMariana Tellechea

Consejo Editorial "CEDIE y Sociedad"

 


* El Dr. Zoidberg y la Barrera Hematotesticular, por Rindone GM 2021. El autor de la obra no se adjudica los derechos de los personajes incluidos en la imagen.